El 17 de noviembre de 1972, tras una larga lucha que involucró a todos los sectores del peronismo y del campo nacional, el pueblo argentino vió cristalizado el sueño interrumpido por la dictadura que se inició en 1955 : el general Juan Domingo Perón volvía a la patria para unos meses mas tarde, por tercera vez y mediante el voto popular como cada vez que lo hizo, asumir la Presidencia de la Nación.
Infructuosos fueron los intentos de los poderosos de turno para borrar de la memoria la relación que existía entre su líder y los trabajadores, los estudiantes, los empresarios nacionales, los profesionales comprometidos y esa gente común de cada uno de los pueblos y las ciudades de la República Argentina que reconocían en Perón a su único conductor.
De nada valieron la proscripción de 18 años, los fusilamientos de José León Suárez, la cárcel, al persecución y la muerte de miles de militantes de la Resistencia Peronista , la prohibición para nombrar al General, a Evita y a cualquier símbolo que representara al justicialismo.
En cada uno de los hogares trabajadores se guardaban esos tesoros que a la hora de volver estuvieron en las calles, en las plazas, en el frente de la residencia de Gaspar Campos que fue el lugar que Perón eligió para tomar contacto con sus descamisados en aquellos días históricos de 1972.
Hoy, el peronismo de Santa Fe tiene la obligación de retomar aquellos ideales de lucha por la justicia social en una coyuntura histórica que nos ha puesto circunstancialmente en el rol de oposición a nivel provincial, pero con enormes responsabilidades en municipios, comunas, concejos municipales, la legislatura provincial y en el Congreso de la Nación , a través de centenares de compañeras y compañeros que mantienen viva la llama del justicialismo en cada rincón de la provincia.
Es por eso que hemos aceptado el desafío de llevar adelante este proceso de recuperación de la estructura partidaria, tantas veces criticada con justa razón por ese militante que en unidades básicas, centros comunitarios, clubes, vecinales o en el momento de la campaña electoral entrega todo por la causa peronista sin pedir nada a cambio, por el solo hecho de sentirse útil a la pasión que no se compara con ningún otro compromiso en la historia política del país.
Mas allá de las lógicas diferencias que existen en un movimiento tan grande como el nuestro, hemos empezado a transitar la senda de la recuperación, dándole vida al Partido Justicialista con la realización de encuentros de legisladores, intendentes, presidentes de comunas y concejales; con un primer encuentro de mujeres que reunió a nuestras compañeras de los 19 departamentos; con tareas de capacitación y adoctrinamiento y con el rescate de nuestros símbolos y sobre todo de nuestra mística.
Por que debemos prepararnos para volver a ser gobierno en Santa Fe, tras la victoria que perseguiremos en las elecciones legislativas del 2009 y para ello es imprescindible contar con la estructura militante trabajando en forma mancomunada tras un objetivo común
Y ese tejido debe contener necesariamente a todos los sectores de nuestra vida interna : los jóvenes, que tan importante fueron en aquel 1972; el movimiento obrero organizado, columna vertebral de peronismo; las mujeres, que día a día sostienen con su trabajo cientos de tareas sociales y todos las compañeras y compañeros sin distinción alguna.
Y siempre teniendo como guía esa lucha del pueblo argentino que permitió, un 17 de noviembre de 1972, el regreso a la Argentina de su líder natural y que desde esa fecha se recuerda en el calendario del peronismo como el Día del Militante.
Senador Ricardo Spinozzi
Presidente
Partido Justicialista
Provincia de Santa Fe
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